Este sábado 6 de agosto, se realizó la décima ceremonia de entrega de diplomas de los Cursos de Invierno de la EdV. Niñas, niños, jóvenes, profesores, padres, madres, abuelas, hermanos chicos y grandes, más de mil personas se reunieron en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, también conocida como Beauchef.
Todos los sábados a las 9 de la mañana, durante 12 semanas, se reunieron en diferentes salas de la FCFM, profesores y alumnos, personas que en muchos casos no se habían visto antes, con el objetivo de aprender y explorar las ciencias, en un ambiente distinto al colegio.
“Esta ceremonia es importante. Todos los que leímos “El Principito” alguna vez, sabemos muy bien lo que le decía el zorro al Principito: que los rituales son importantes.
Cumplimos diez años con este proyecto de ciencia integral, de llevar la ciencia a los más pequeños. Somos esencialmente catalizadores que intentamos trasmitir el gusto por la ciencia. Que la ciencia no es aprenderse fórmulas de memoria, sino que es vivir preguntándose por qué y ver qué pasa, qué pasa si uno hace esto, qué pasa si hago lo otro y por qué. Eso es ciencia”, dijo el profesor Nelson Zamorano, Director de la EdV, en el discurso que compartió en la ceremonia.
(Nelson Zamorano)
Cientos de jóvenes de diferentes edades, chicos con pelo largo, chicas con pelo corto, ocuparon la planta baja de las butacas del Auditorium D’Etigny, y fueron pasando uno por uno para recibir sus diplomas por haber terminado con éxito uno de los 14 cursos que impartió este invierno la EdV. Profesores y padres orgullosos, niños contentos, sobre todo pasándola bien.
Gabriel Vargas, académico del Departamento de Geología de la FCFM y Doctor en Oceanografía y Paleoceanografía de la Université Bordeaux I de Francia, es también Profesor de Geología I y II en la EdV y apoderado de Gabriel y Manuel Vargas en los Cursos de Invierno de este año.
¿Es primera vez que traes a tus hijos a los Cursos de Invierno?
El Gabi que anda por acá, vino al de quinto. Y el Manuel es primera vez.
¿Por qué haces clases acá?
Porque es de las cosas que más me energizan, de las cosas que más me cargan de ganas de seguir haciendo lo que hago, en general. Es una oportunidad grande que uno tiene para educar en ciencias y en particular en ciencias de la tierra, que hace falta tanto en Chile. Pero sobre todo desde el punto de vista personal, me motiva mucho.
Hay una cosa que me comentan varios apoderados, que es que ellos piensan que va a ser difícil levantar a los niños, un sábado, tan temprano, pero que pasa todo lo contrario, que ellos se levantan solos y que despiertan a los papás para venir. Dicen que tiene que ver con que los profesores tienen entusiasmo.
Los niños vienen aquí con harto entusiasmo, se levantan con hartas ganas porque lo pasan bien. Hacen experimentos, pero además chacotean, se arma una buena onda entre ellos, se comunican con gente nueva. Además son niños que tienen las mismas motivaciones, que quieren aprender, pero además quieren pasarlo bien, entonces se dan cuenta que es posible.
¿En ese sentido hay una motivación bien parecida entre los chicos que vienen y los profes que hacen clases no?
Tienes toda la razón, se produce una conexión bien particular en esas ganas. Se da esa instancia.En mi caso, yo trabajo con estudiantes de geología, y formamos un equipo y se genera una bonita interacción. Los estudiantes de geología se entusiasman muchísimo, diseñamos nuevos experimentos. Y lo toman con una responsabilidad y unas ganas enormes. Entonces se produce un círculo bien positivo entre nosotros. Entre el profesor, los estudiantes de geología, y los estudiantes de la EdV.
Esto es una alternativa, pero ¿no debería ser siempre la enseñanza así?
Yo creo que sí, hay que avanzar bastante. En los colegios, se está implementando de a poco lo que se hace acá, que es el aprender haciendo. Más que el aprender escuchando.
¿Eso requiere una actitud distinta del profesor?
Yo creo que requiere una decisión como sociedad de estar actualizando y ofreciendo oportunidades para que los profesores tengan cursos de actualización y tiempo para diseñar nuevas cosas.
(Gabriel Vargas y sus hijos, Gabriel y Manuel)
En en zócalo donde se realizó el cóctel posterior a la ceremonia, había una exposición con algunos de los trabajos que realizaron en los cursos. Entre papelógrafos hechos a mano, con lápices scripto y otros más sofisticados, un grupo de chicos del curso Evolución y transformación del Universo, expuso sobre la evolución humana.
“Ese es un australopithecus afarensis y ese es el craneo más completo que jamás han encontrado y lo bautizaron Lucy porque lo descubrieron cuando estaban escuchando esa canción de Los Beatles, en 1974.”
¿Lucy in the sky with diamonds?
Sí.
(Lucy y los expositores)
Alexandra Quezada, junto a su papá José Quezada quisieron compartir su experiencia en los Cursos de Invierno.
“Nosotros pensábamos que iba a ser algo nuestro, que nosotros íbamos a tomar la iniciativa de levantarnos los sábados, y despertarlas para traerlas, porque yo tengo a mis dos hijas acá. Y la más chica ahora está en los cursos de séptimo y resulta que ha sido todo lo contrario, porque ellas cada sábado a nosotros nos despiertan para llegar a la hora. El interés es tremendo. Y la verdad que me sorprende porque no pasa lo mismo con el colegio”, comentó José.
¿Y por qué será?
Alexandra: Porque uno aprende de forma entretenida.
José: Y además parece que los profesores le meten mucho empeño a lo que hacen, porque ellas hablan siempre de los profesores. Y los recuerdan a cada uno. Es esencial el trabajo de los profesores.
(José y Alexandra Quezada)
“Es rico exponer la materia y ver que ustedes están ahí pendientes de lo que vamos a hacer. A veces nos reclaman porque nos les damos tareas. Es raro para gente que hace clases en otras partes. Estoy muy orgulloso de todos ustedes. Venir a trabajar acá ha sido un agrado. Yo investigo en educación y trabajo particularmente en entender cómo los juegos nos ayudan a aprender mejor. Cuando yo estaba más chico, no me gustaba el colegio, y me iba mal en el colegio, no es el caso de ustedes, ustedes son alumnos excelentes, y cuando yo les digo que son ñoños ustedes inflan el pecho y dicen, sí profe son soy ñoño, soy el más ñoño, así que póngame un siete, póngame un ocho y deme otra tarea. En serio, pasa. Pero eso no pasa con todo el mundo. Todo lo que han aprendido aquí, todo lo que sean han motivado, todo lo que han descubierto , llévenlo, pásenselo a sus compañeros de curso, a sus amigos, a sus primos, ayúdennos a difundir este sentimiento de que es posible aprender sin aburrirse, y que el esfuerzo, las ganas y por sobre todo las ganas es lo que cuenta. Esperamos verlos de nuevo, estoy seguro de que nos veremos de nuevo.”, compartió el profesor de Electrónica Programable, Felipe Smith, al cierre de la cálida y agitada jornada de cierre de los Cursos de Invierno, EdV, 2016.
(Felipe Smith)
Fotos y texto: Naomi Orellana