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#PadrinoEdV: Claudio Falcón Beas


Claudio Falcón Beas es profesor asistente del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile. Es miembro del Senado Universitario (2014-2018) y participa como Padrino de los Cursos de Verano EdV de la Universidad de Chile, organismo del cual es ex alumno.

En esta entrevista, Falcón cuenta su experiencia con el programa académico EdV-U.Chile y envía un mensaje a los estudiantes que participan en el proceso de postulación, y a los padrinos que busquen apoyar a un estudiante seleccionado(a).


¿Mi primer recuerdo de la EdV? Son varios…Aunque recuerdo tres: El primero fue en julio de 1998. Yo estaba en Talca –yo vengo de Talca–, estaba en tercero medio, tenía 17 años aproximadamente, me iba relativamente bien en la escuela, sin embargo no tenía algo que fuera realmente desafiante. Pero un día, un profesor del colegio le dijo a mi mamá que tenía un libro con ejercicios, y que no era sencillo. Finalmente este llegó a mis manos….y me costó. Me costaron los ejercicios. Este libro se llamaba “Introducción a la Física Newtoniana” y su autor era el profesor Nelson Zamorano (director del programa EdV de la Universidad de Chile) . Y en el libro decía que Nelson hacía clases de Física en la Escuela de Verano de la Universidad de Chile.

“Menos mal que entré a la EdV porque pude salir de ests burbuja, y sin eso mi pensamiento probablemente sería mucho más diferente. Sería menos crítico”

 


Mi llegada a la ex Escuela de Verano

Mi segundo recuerdo de la EdV, o la llamada antes Escuela de Verano, fue cuando ya tomé el curso. Cuando le conté a mis compañeros que en verano iba a ir a Santiago, ellos me preguntaban “vas a ir a ver a un amigo”, yo decía “no, voy a ir a la Escuela de Verano”. Ellos me decían “¿De fútbol?”. No, decía yo. De Física.

Yo fui el primero del Colegio de La Salle de Talca en ir a los Cursos de Verano. Recuerdo que cuando entré a Beauchef 850, y vi que estaba lleno de estudiantes de la misma edad que estaban súper entusiasmados de asistir a estos cursos de verano en un ambiente universitario. Uno venía a sentirse desafiado… En ese momento me impactó que hubiese tantos estudiantes motivado por ir a clases.

Y la tercera imagen que tengo fue el verano de 1999, cuando me vine a Santiago, y no conocía a nadie. Entonces lo que hicimos con mis papás fue lograr que pudiese ingresar al Hogar Universitario de la Universidad de Chile que hoy sigue estando en la esquina de Grajales con Avenida España. Ahí conocí con otros estudiantes EdV, y alumnos de la Universidad de Chile. Compartí con ellos y aprendí que existían muchas realidades: Familiares distintas a la mía, estudiantes de mejores colegios al mío e incluso mejores. De regiones extremas, con más y menos recursos y que muchas veces extrañaban a sus padres, pero que tenía que seguir estudiando ahí. Con esa experiencia aprendí un montón…Menos mal que entré a la EdV porque pude salir de ests burbuja, y sin eso mi pensamiento probablemente sería mucho más diferente. Sería menos crítico.

No les diría “anda a la EdV”. Les diría “busca, quizás ahí vas a encontar algo”

No sé si es intencional, pero es de esas cosas aleatorias que son súper buenas para la formación de un joven. Que uno pueda integrar a estudiantes que tienen distintas realidades socioeconómicas, culturales, y educacionales es algo que no le puede hacer mal a un estudiante. “Lo que yo tengo, no lo tienen todos”, “Lo que me falta aprender, otros sí lo tienen”, ese tipo de realidades son tremendamente importantes para un estudiante en formación.

La EdV me mostró que existen un montón de realidades, que quizás no enfrenté en ese momento, pero que existen y que me iba tocar verlas ya en mi adultez ¿Si pondría a mis hijas en algún curso EdV? Es una muy buena pregunta. No se lo recomendaría. Ya que esto no tiene que ver con mandar o no a alguien, sino con la posibilidad que ellos busquen lo que quieran.
Yo no les diría “anda”, sino que me verían trabajando en la EdV. Les diría que van a encontrar un espacio que no encuentran en otra parte de Chile, ni Sudamérica. Donde van a acudir por un desafío intelectual y encontrarán amigos, distintas realidades, un tremendo crecimiento.

No les diría “anda a la EdV”. Les diría “busca, quizás ahí vas a encontar algo”.