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En la FCFM se dio inicio a los tradicionales “Cursos de Invierno”, de Escuela de Verano.

Más de 350 estudiantes de 5to básico a 4to medio  participan de esta experiencia que los insta a conocer las ciencias desde el trabajo en laboratorio.

Cada sábado, nuevos estudiantes han repletado los laboratorios de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas y Facultad de Medicina, de la Universidad de Chile.  Se trata de 352 niños y jóvenes de 5to básico a 4to medio que hasta el 7 de septiembre estudiarán en alguno de los 16 Cursos de Invierno que la Escuela de Verano (EdV), realiza en ambas facultades.

Nelson Zamorano, director de EdV, dio inicio oficial a los Cursos de Invierno en el hall sur de la FCFM. Frente a un cientos de estudiantes y apoderados, Zamorano explicó la importancia de trabajo colaborativo para buscar soluciones, pero también la necesidad de experimentar y manipular con las manos para hacer que el conocimiento sea significativo. “Yo puedo decir: mira el vidrio a los 1200 grados se funde, pero otra es que te pase un pedazo de vidrio y un mechero”, señaló.

De allí surge el interés de cientos de postulantes que ven en los cursos una atractiva forma de trabajo que les permite entender mejor los contenidos del colegio. “Yo me inscribí voluntariamente porque me gustaba y quería aprender más.  Primero hice nanotecnología y geología, y aunque geología no me gustaba tanto, aprendí bastantes cosas que se pueden mezclar con otras áreas, como la física. Ahora decidí  volver porque además hay cosas que me parecen entretenidas”, cuenta Raisha Arroyo, estudiante del curso de Física Experimental II.

En este curso, 21 estudiantes de segundo año medio aprenderán contenidos de mecánica durante 4 meses. Su primer taller comenzó con la observación de un video en el que se arroja una pequeña bola y cuya trayectoria es captada mediante el uso de un software.

Después de una mañana de trabajo, los estudiantes concluyen varias cosas, entre ellas, que el movimiento se puede descomponer en dos ejes independientes, uno horizontal y otro vertical. “La idea es que entiendan qué se necesita para hacer una medida experimental y cómo es un movimiento parabólico”, explica Estefanía Vidal, estudiante de Magíster en Ciencias y profesora del taller.

En la última etapa del curso, los estudiantes grabarán sus propios videos, escogiendo las características del elemento que usarán para probar sus supuestos.

Para Paulina Aguilera, estudiante que participa en los cursos de invierno desde que estaba sexto básico, “Lo mejor de estos cursos es que son más interactivos y es mucho más fácil entender la materia. Además, el sistema de hacer primero la práctica y que luego te expliquen ayuda a retener la información y eso después sirve para el colegio”.

25 años fomentando el pensamiento científico

Estefanía Vidal lleva varios años dictando el curso de Física Experimental y observa que muchos de los participantes son jóvenes que regresan luego de participar en la “Escuela de Verano”, que se hace cada año durante el mes de enero desde hace 25 años.

Este proyecto que comenzó con un curso de física para estudiantes de tercero medio, y de cuya organización se encargaba el profesor Nelson Zamorano, ha ido creciendo al interior de la Universidad de Chile y abarcando nuevas áreas del conocimiento. Actualmente, EdV tiene 54 cursos en verano, y la antes conocida como “Escuela de Ciencias”, dio paso a 16 “Cursos de Invierno”, que cada año tienen más demanda.

Sólo en lo que respecta a los “Cursos de Invierno”, la Subdirectora de EdV, Alejandra Ávila comenta: “Este año por primera vez hubo un 40% más de postulación”. Así, la oferta para este 2013 se amplió con dos nuevos talleres para estudiantes de enseñanza media: Modelamiento matemático, en la FCFM, y Fisiología Humana, en la Facultad de Medicina.

En total, se trata de 5 cursos del área de la biología, que están orientados exclusivamente a estudiantes de 3ro y 4to medio y que se dictan en el edificio de calle Independencia. Sin embargo, Beauchef sigue siendo el centro de todas las actividades de EdV, pues es donde históricamente se gestó el proyecto y donde se dictan la mayor cantidad de talleres, tanto en invierno, como en verano.  “Hay una mística de hacer clases en este edificio que no sé definir”, dice Nelson Zamorano.

Y la estadística confirma que  el 25% de quienes entran a la FCFM de la Universidad de Chile, han sido estudiantes de alguno de los cursos de EdV. Es lo que le ocurrió a Ricardo Moffat, quién participó en la primera “Escuela de Verano” cuando cursaba tercero medio en el Liceo Manuel de Salas. “Nos invitaron a participar a las olimpiadas de física a los buenos alumnos de matemática y física, y ahí conocí al profesor Nelson Zamorano. Él fue el que me preguntó si quería unirme a esta Escuela de Verano”. Tanto lo marcó esa experiencia, que en vez de seguir su proyecto original de estudiar medicina, optó por estudiar ingeniería y hoy es académico de la FCFM, en la misma universidad.

De la mano de su hijo Benjamín, que entró al curso “El ser humano y su entorno”, para alumnos de 5to básico, Ricardo Moffat se convirtió en uno de aquellos apoderados que optan por este tipo de cursos para fomentar el espíritu crítico y el razonamiento inductivo en sus hijos.-